Hola
soy Paqui. Hoy os voy a escribir de una farmacia muy especial. Pensareis que
tendrá de especial. Os diré una cosa, no todo el mundo sirve para estar de cara
al público. La farmacia está situada en el Arrabalejo llamada Eduardo, Agudo, Aponte
están los cuatro trabajadores que son: Mari Mar, Susana, Carlos y Pepe. Veréis,
son cuatro personas especiales porque todos sabemos a lo que vamos, pero entras
y es como si fuera una pequeña familia. Muchas veces no nos damos cuenta que
las personas si supiéramos escuchar unos minutos y ellos tienen el don de
escucharnos. Yo soy una clienta que se siente agradecida a estos cuatro
trabajadores, porque en un momento de mi vida duro, pues me encontré a mi
suegro muerto de un infarto y una de las veces que fui me eche a llorar, porque
sabían que estaba mal y por varias circunstancias me entraron dentro de la
farmacia, me escucharon desahogarme. Me sentí arropada por ellos y como yo,
muchos clientes sin desmerecer a los demás. Siempre vamos buscando a pepe, pero
todos son iguales, son todos buena gente. Sobre todo ves a las personas mayores
contándoles sus problemas y no tan mayores, te animan y sales de la farmacia
con otra perspectiva, aunque estés mala te sacan una sonrisa. Yo conozco a una
señora que se mudo al Camarín de Jesús y cuando pasa por la farmacia se para
como si fuera a ver a unos amigos y es que el trato hacia nosotros, los
clientes, se agradece mucho. Estamos faltos de cariño hacia los demás. Que
cuesta poner tu mejor cara a las personas que van, pero ellos les salen del
corazón porque son muy buenas personas. Hoy día necesitan que les presten un
poco de su tiempo, aunque los están atendiendo. Ellos preguntan cómo te va, tú
le cuentas y se crea un vínculo entre cliente y trabajador que ya quisieran
muchos. Hay sitios que vas y ya no vuelves, pero la farmacia hay gente buena y
nos conocemos. Nos preguntamos entre unos y otros. Quiero hacer un reconocimiento
y agradecimiento a estos cuatro trabajadores por el trato a sus clientes, por
ser tan humanos y delicados hacia nosotros. Una clienta agradecida. Un abrazo
de todo corazón Mari Mar, Susana, Carlos y Pepe. Gracias por ser como sois.
Paqui Cámara
González