Hola
soy Paqui. Hoy voy a ser la voz de la gente de apie. Estoy indignada y cansada
de ver que todo el mundo robe. Gente con poder. Gente de muy alto nivel
adquisitivo con poder y se vallan de rositas. Pues yo, voy a ser la voz de
tantas y tantas familias que como yo, vamos por lo legal, sin sueldo, solo como
tantos con cuatrocientos veintiséis euros y algunas familias ni siquiera eso. Toda
la familia parada y no nos echamos a robar y pagamos nuestros recibos
religiosamente y si no lo pagas, te cortan la luz o el agua etc. que como
sigamos así, solo vamos a trabajar solo para pagar. No nos va a quedar ni para
comer. Luego se dan casos de gente que va a robar comida para sus hijos y los
meten en la cárcel. ¿No dicen que la justicia es igual para todos? ¿Que no han
tomado por idiotas? si cada día hay mas ladrones de guante blanco y no les
pasan nada. Qué vergüenza. ¿Hasta donde vamos a llegar? Mientras que unos pasan
hambre, otros se llenan los bolsillos a costa de los demás. Los más pobres se
hacen más pobres, casi en la miseria y los ricos se hacen más ricos. Basta ya.
Vergüenza deberían ver todas las familias que no tienen ni para comer, por eso
yo entro en las familias que están al límite y soy la voz de todos. Basta ya de
robar y más ayudar al necesitado. Extender la mano al que lo necesita, no hundirnos
más en la miseria. Solo queremos trabajar y no robar para nuestras familias. Que
lo único que pedimos es trabajar para poderles dar de comer. Mi apoyo a todos
los que estamos pasándolo mal y pido para que podamos sacar a nuestras familias
adelante. Un abrazo para todos y a seguir luchando por nuestros hijos para que
no les falte lo principal, un plato de comida en la mesa. La voz del más necesitado.
Hay estaré yo, mi voz y mi escrito.
Paqui Cámara González
Hola
soy Paqui. Hoy voy a escribir sobre una gran pérdida, mi suegro. Nos dejo
inesperadamente, se fue a otra vida. Lo conocen como “el abuelo Juan”. Mi
suegro siempre le decía a la gente: no es mi nuera, es la hija que nunca tuve y
se ha portado aun mejor. Eso me enorgullece decir que he sido su hija, que soy
yo. Su hijo y sus dos nietos hasta el final de sus días, abuelo. Ya sabe que
para ir al cielo va como a usted le gustaba, como un pincel y perfumado. De eso
me he encargado yo personalmente. Quiero decirle que nos ha dejado un gran vacío,
pero el que lo quería, seguirá siempre en el recuerdo como el abuelo Juan. Yo
le quiero decir que donde esta cuide de nosotros y espero verlo dentro de
muchos años. Abuelo desde el cielo ya no tiene dolores en las piernas. Ya se ha
ido a descansar. Yo me reía porque le decía: abuelo, que quiere con ochenta
años. Con lo presumido que era, ahora estará presumiendo allí. Abuelo, quiero
decirle que le quiero como a un padre, ya que se porto conmigo bien desde
pequeña y que sepa, que me orgullece de haber sido la nuera aunque para usted
su hija y he estado y hemos estado hasta el final. De eso han estado sus dos
nietos su hijo y yo a su lado con todo lo que nos deja, muchos recuerdos a
todos. Ya no podrá quedar para comer churros en la mari, ni podrá quedar con
tantos amigos que le echaran de menos como Ana y José, pero nos quedara siempre
a todos para el abuelo Juan. Le quiero y el que lo conocía también. No puedo
regalarle la colonia para san Juan, pero le regalo estas palabras. Hasta
siempre abuelo Juan, te llevaremos en nuestros corazones. Le dedicamos una misa
en el Camarín de Jesús el miércoles día veinticinco a las ocho de la tarde. Gracias
a todos por el apoyo y las muestras de cariño. Un abrazo mío en nombre de Juan
para todo el que lo quería. Hasta siempre. D.E.P Abuelo Juán