Hola, soy Paqui de nuevo. Ahora viene lo difícil.
Ahora escribo como madre dolida e indignada. E visto lo de Madrid Arena, las
muertes de esas cinco jóvenes. Me siento mal y triste, porque las familias de
esas cinco jóvenes, tienen que estar sufriendo mucho. Me siento indignada,
porque yo tengo dos hijos y como yo, todos los que somos padres, queremos lo
mejor para nuestros hijos. Yo tengo miedo que mis hijos vallan a pasarlo bien,
que salgan por la puerta y ya no los vea
entrar más. Me siento indignada y dolida por nuestros hijos, porque si dios te
manda una enfermedad y te lo quita, tienes que abrazar la cruz y decir: me toco,
pero que nuestros hijos salgan a divertirse
y encuentren la muerte porque unas deficiencias o una pelea etc., le
quiten la vida, no es justo. Impresiona ver las imágenes en televisión, pues
podían haber sido más chicas. Quien les
iba a decir, que iban a perder la vida y
de qué manera, aplastadas y asfixiadas. No es justo para nuestros jóvenes, que tengan edad de disfrutar y
pasárselo bien y encuentren la muerte así. Están en lo mejor de la vida. Una
madre piensa, en este caso el mío y pienso que como otras tantas madres, dios mío
por que a ellas y no a mí. Las madres y padres que queremos proteger a nuestro
hijos, pero contra la avaricia de sacar mas y mas por unos miserables euros, la
vida de las personas no tienen precio y menos, las cinco pobres chicas tan
jóvenes, que salieron a divertirse y encontraron
la muerte. Les doy mi más sentido pésame y al padre que su hija le dedico sus
últimas palabras: “dile a mi padre que le quiero”. Ese padre, debe de sentirse
orgulloso, pues ha tenido que ser buen padre, pues su hija así se lo ha dicho.
Y a los otros padres de las cinco chicas, les queda los buenos momentos, sus
recuerdos y el cariño de ellas, lo llevaran en sus corazones hasta el fin de
sus vidas. Decirles que la vida sigue, pero desde el cielo, cinco estrellas
brillan con luz propia, sus hijas.
Un saludo a los padres. Mi más sentido pésame y por
favor, que no vuelva a ocurrir esto. Nuestros hijos salen a disfrutar, no a
morir.
Un beso, para esos padres, de una madre que le duele
pensar que nos puede tocar a cualquiera. Gracias.
Paqui Cámara González
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